Por todas y cada una de nosotras...

Buenos días!!

Por fin llueve!!! Es una alegría tremenda salir por la mañana y ver todo el suelo mojado, primero porque hemos pasado de los 2-3 grados por la mañana a los 7-8, que ya es una alegría, jejejeje y segundo, y por supuesto, más importante, porque necesitamos agua!!!

La entrada de hoy no estaba planificada ni se me había pasado por la cabeza que podía estar en este blog, pero desde ayer por la tarde no deja de rondarme la idea y al final me he decidido...

Ayer tuvimos sesión de la Mesa de Coordinación en materia de Igualdad y Violencia de Género. Solemos reunirnos dos veces al año para actualizar legislación sobre la materia, volver a poner en común recursos, estadísticas de atención, etc... No os voy a contar los temas de la mesa de coordinación... primero, porque contar seis horas de trabajo en un post como que no y segundo, porque no es ese el tema de la entrada...

Después de una sesión de trabajo de ese tipo, lo lógico es que por la tarde sigas dando vueltas a los temas tratados y me acordé de un comentario que se oye mucho, muchísimos en relación a las mujeres maltratadas: "¿y si la trata así, por qué sigue con él? Seguro que lo habréis oído miles de veces o incluso vosotras mismas os lo habéis preguntado más de una vez, a veces resulta incomprensible que una persona que está siendo vejada, maltratada y humillada continúe con una relación así...

Está claro que no voy a resolver yo ahora el problema de la violencia de género ni voy a dar razonamientos mágicos, simplemente, quiero acercar una de las razones más importantes por las que sigue existiendo esa unión emocional hacia el agresor.

Partiendo de que las relaciones de pareja en las que existe un maltrato (físico, psíquico o sexual) están basadas en el intento de mantener la dependencia (emocional, física, social e incluso económica) de la mujer y el desequilibrio de poder, el criterio que, a mi humilde parecer, es fundamental a la hora de mantener la relación sentimental es el llamado ciclo de la violencia.

Todas tenemos claro que si la primera vez que quedamos con un chico/hombre nos insulta o vemos algún tipo de reacción rara o violenta no volvemos a tener ningún tipo de contacto con esta persona, por eso, los maltratadores no manifiestan el maltrato desde el primer día, es algo progresivo que va apareciendo con el paso de los días, meses o años y siempre ligado una dependencia emocional de la mujer hacia el maltratador...

Una vez que ha aparecido la violencia física, psíquica o sexual en la pareja, generalmente, no hay violencia mañana, tarde y noche ( y perdonad por la expresión) sino que la violencia se manifiesta a través de un ciclo de tres fases: fase de tensión, fase de agresión y fase de calma o luna de miel.

En la fase de tensión se suceden una serie de episodios de hostilidad, de tensión, de ansiedad que provocan conflictos pero no se llega aún a la violencia física, sí a la psíquica. La mujer intenta agradar al hombre, evitar situaciones que provoquen su ira, su descontento, intenta calmar la situación accediendo a los deseos del hombre. Esta fase puede durar desde horas hasta meses...

Tras la fase de tensión aparece la fase de agresión en la que  se descargan todas las tensiones acumuladas en la fase anterior. Se pierde todo intento de comunicación o entendimiento y puede ir desde un empujón o el lanzamiento de un objeto hasta el asesinato.

Y tras esta fase es cuando viene la fase de calma, de luna de miel, que provoca que siga la dependencia de la mujer, porque aquí aparece el arrepentimiento, los regalos, los ramos de flores, aparece el hombre del que se enamoró la mujer, el padre modelo, el marido y amante perfecto, el "no volverá a pasar nunca más", etc...

Estas fases se van sucediendo, según la pareja, con mayor o menor frecuencia y con el paso del tiempo, la fase de calma llega incluso a desaparecer.

Y aquí está el quid (entre otros muchos "quids") de porqué se continúan las relaciones en violencia de género. Espero que de aquí en adelante cada vez que surjan las preguntas de ¿y porqué sigue con él? y sabiendo como era, ¿porqué se casó con él? ¿y cómo se habrá vuelto a quedar embarazada?, nos paremos a pensar un poquito en porqué las cosas suceden como suceden y que todo tiene una complejidad bastante mayor de la que en principio pudiese parecer...

Espero no haberos dado la brasa, pero creo que por el bien de todas y cada una de nosotras y para defendernos como mujeres, debemos ser conscientes de lo que ocurre en una relación en la que está presente la violencia de género porque, como ya os he dicho, la violencia no aparece el primer día de relación y nunca sabemos en qué cara de la moneda nos vamos a encontrar...

Miles de besos...

Ah, por cierto, el teléfono de Asistencia a Víctimas de Violencia de Género...